Ralph Nazareth (India, Mangalore). Poeta, editor y académico. Es profesor de inglés en Nassau Community College. También es el editor en jefe de Yuganta Press en Stamford. Desde hace seis años ha sido profesor voluntario de escritura creativa en la cárcel de máxima seguridad en Green Haven del estado de Nueva York. Su libro de poemas Ferrying Secrets fue publicado en India en 2005.
HOW COME THE EARTH SPINS
My daughter says the whole world’s attached:
the steps she’s sitting on to the sidewalk,
the sidewalk to the street,
the street to Joey’s block,
and Joey’s block to the railroad track
which goes on forever,
attaching everything every which way.
Round and round the world it goes,
wrapping its silver ribbons.
That’s how come the earth spins,
attaching sea to land
and land to sky.
The sun, she knows, is attached to the earth;
the stars too, which are also attached to heaven,
where God lives, attached to his bolts of lightning,
which she hates,
and his rainbow lollipops,
which she loves.
My daughter’s America is attached to my India
by an invisible thread, she thinks,
and India to the elephants and tigers
and also to its poor people
and beyond that she does not know
except the whole world’s for sure attached.
She’s been told she was once attached to her mother.
She’d like to know why she wasn’t attached to me.
I say I had to let go.
“Are you attached to anything?” she asks.
“How about to my seat?” I answer.
“Pa,” she scolds me, “not like that,
but, you know, like when you sleep
so close to Ma at night
or to me when I have horrible dreams.”
The whole world’s attached
‘cus if it wasn’t, it would come apart
and go to pieces.
How does she know?
But she does.
Though she doesn’t yet know
about life with a capital L,
she knows that “attached”
has something to do with a gift.
Karen’s mom told her,
but for the life of her,
she cannot remember its name.
¿CÓMO ES POSIBLE QUE LA TIERRA DE VUELTAS?
Mi hija dice que el mundo entero está atado:
El peldaño donde está sentada está atado a la acera,
La acera está atada a la calle,
La calle al bloque de Joey,
Y el bloque de Joey a los rieles del tren,
Lo cual sigue y sigue infinitamente,
atando todo a todo de esta manera.
Redondo y redondo el mundo sigue,
enrostrando su cinta plateada.
Así es como el planeta da vueltas,
atando el mar y la tierra
Y la tierra al cielo.
Ella sabe que el sol está atado al planeta;
Y las estrellas también, las cuales a su vez
están atadas al paraíso,
donde vive Dios, atado a sus ráfagas de relámpagos,
que ella odia,
y a los arcoíris,
que ella ama.
La América de mi hija está atada a mi India
por una cinta invisible, piensa ella,
y la india está atada a los elefantes y los tigres
y también a su gente pobre
y más allá de eso ella no sabe
excepto que el mundo entero está atado.
Alguien le ha dicho que una vez ella estuvo atada a su madre.
Ella quiere saber por qué no estuvo atada a mí también.
Le digo que tengo que dejar ir.
“¿Estás atado a alguna cosa?
“¿A mi silla quizás?” Le contesto.
“Pa,” me regaña,” no así
tú ya sabes, como cuando duermes
tan cerca de Ma por las noches
o cerca de mi cuando tengo sueños horribles.”
El mundo entero está atado
porque si no, se desgranaría
partiéndose en mil pedazos.
¿Cómo sabe ella?
Lo sabe y esos es todo.
Aunque todavía no conoce
nada de la vida con L mayúscula,
Ella sabe que “atado”
tiene algo que ver con regalo.
La mama de Karen se lo dijo,
Aunque ella, por nada del mundo,
puede recordar su nombre.
TAPFNY – The Americas Poetry Festival of New York
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