
Linda Morales Caballero es escritora, periodista y profesora. Autora de siete libros de poesía y uno de prosa: El libro de los enigmas. Historias de esa colección fueron adaptadas para crear un cortometraje premiado en Estados Unidos; una obra de teatro y monólogos en Nueva York y Madrid. Su trabajo ha sido publicado en múltiples idiomas.
Su más reciente libro de poesía, El rumor de las cosas, ha sido galardonado con el International Latino Book Awards como uno de los tres mejores libros de poesía del 2020. En el año en curso ha sido una de las dos finalistas al premio Ernest M. Hemingway por trayectoria literaria.
Morales Caballero escribe originalmente en español, pero, participar en grupos multilingües la ha llevado a traducir parte de su trabajo al inglés y portugués. Además, ha traducido poesía de varios autores al español y al inglés.
Lo que mirábamos
Ya tienes tus poemas,
tus suturas
embadurnadas con la brea
de tus alas.
¿A qué más querías que supiera
tu recuerdo?
¿Por qué siempre se recuperan
tesoros de los naufragios?
¿Por qué siempre pesa más la esperanza
aunque ahora sólo sirva para sentir tu peso
sobre las cosas que mirábamos?
What We Used to Look at
Here are your poems
your sutures
smeared with the tar
of your wings.
What flavor did you want
your remembrance to have?
Why are treasures always recovered
from shipwrecks?
Why does hope always hold such weight?
Though now it only serves to feel your weight
over the objects we used to gaze at.
Translated by Marko Miletich PhD.
Color rojo
Me hace falta el sabor rojo de tu saliva,
La carne de gallina de tu compañía,
La zafia luz de tu risa;
Para flagelarme el ruido en la cabeza
Y salir a correr desnuda
Por la playa de tu espalda.
Olvidando mis ojos tuertos
Veo por fin con tus ojos ciegos,
Corro al galope,
Montada sobre los puntos suicidas,
A tientas entre los bosques
Condenados de Bolaño.
Canturreante,
Saboreo hormigas
En mi plato de sueños
Caprichosos, encantados.
Sigo añorando el sabor de tu comida
Preparada en tu horno de antaño,
Do me incinerabas de cuando en cuando,
Para recibir en tu paladar de circo
Las electrizantes descargas
De mi cuerpo de alga.
Hoy necesito de tu risa de fábula
Para recordar quién soy,
De dónde vengo,
Para burlarme de mí
Y apostarme, hasta los huesos.
The Color Red
I need the red taste of your saliva,
the goosebumps of your company,
the crude light of your laughter
to whip the noise in my head
and run naked
on the beach of your back.
Forgetting my one-eyed blindness
alas I see
with your blind eyes,
I galop
riding on suicide periods
blindly among Bolaño’s
condemned forests.
Softly singing,
I taste the ants
on a dish of dreams,
capricious, enchanted.
I continue to desire the taste of your food,
prepared in an oven many years ago,
where you used to incinerate me from time to time,
to receive in your palate
the electrifying discharges
of my algae body.
Today I need to hear your fabled laughter
to remember who I am,
where I come from,
make fun of myself
and risk even my bones.
Translated by Rolando Perez PhD.
Tarde
Mi voz de pez ahogado sale a pasear por las calles sucias de tus sirenas del Este de la calle Houston. No hallo en el barullo tu ojo mojado de grillos risueños sino mi voz seria, solitaria, esperando las ruedas que me casquen el yeso del espanto, el mundo que no me encaja, el rescate de un momento con tus cascabeles.
La esquina de mi tarde de tragafuegos me crepita como entonces con voz indigesta de maternidad a la vinagreta. Agrura que se expande por mis brazos desnudos de tus hijos arropados en la locuaz descompostura de tus colores insolentes a la medida de mis manos. Sigo tragando aire salado, enrollando entre los dedos tu rizo encantado,
bien amado… y es tu presencia, un cariño de pelos que se expande por la planicie de los mandatos, ya tarde, para esta ciudad tiznada de mastines que de algún lugar secreto sale a ladrarme sus ansias de mi carne.
Late/Afternoon*
My drowned fish voice
goes for a walk on the streets
dirty from your mermaids
around East Houston.
I can't find in the crowd
your wet eye
of laughing crickets
but my lonely, serious voice
waiting for the wheels to crack me
this plaster of fright,
the world that doesn't fit me,
the rescue of a moment
with your bells.
The corner of my fire-eater afternoon
crackling in me like I did then,
with its indigested voice of
vinaigrette motherhood.
Sourness that expands through my arms
naked of your children tucked in
in the loquacious discomposure
of your insolent colors
tailored to my hands.
I keep swallowing salty air,
rolling between my fingers
your enchanted curls,
my beloved...
and it's your presence, a hairy affection
expanding
by the plain of late
mandates,
for this sooty city of mastiffs
that from some secret place
comes out to bark at me his cravings for my flesh.
*In Spanish “Tarde” means late and afternoon.
Translated by Rolando Perez